Ha pasado un tiempo desde el primer teléfono y su utilidad ha ido cambiando de época en época, pasando por diferentes oleadas tecnológicas. Al principio le costó escucharnos y solo hablamos unos minutos. Con el tiempo, comenzamos a enviarnos mensajes de texto (breves y directos), luego comenzamos a escribir algunos signos al azar para obtener «emojis» y compartirlos entre nosotros. Entonces estuvo a solo un paso de ver los beneficios de una cámara, una pantalla más grande y las características comenzaron a aparecer. Siempre que la autocorrección entra en juego al escribir, piense que no hace mucho tiempo la gente tenía que girar una rueda para marcar un número de teléfono (imagínese cuánta presión había para no cometer errores de dígitos).
Sí, queríamos más, queríamos cosas mejores y fácil, fácilmente logramos poner la tecnología a nuestro favor y convertimos el teléfono en un «planificador de vida». Lo llamaríamos así. Veamos juntos para qué se utiliza más el dispositivo móvil en la vida cotidiana:
- Llamar → Cuando extrañas a tus seres queridos o quieres resolver una situación rápidamente, sabes que la forma más sencilla es hablar con quien necesites. Y como la distancia ya no es un problema (sobre todo cuando también se puede concertar una videollamada), nada más fácil que hablar directamente de las cosas que te preocupan/te agradan/te necesitan.
- Foto/vídeo → Atrás quedaron los momentos en los que te ibas de vacaciones con la cámara detrás y preocupándote por qué equipaje cabría. Los teléfonos inteligentes más nuevos utilizan tecnologías de vanguardia y cámaras que funcionan mejor que las de los dispositivos profesionales.
- Redes Sociales (Facebook, Instagram) y otras redes sociales
- GPS u otras aplicaciones para ayudarle a encontrar más fácilmente el camino hacia quién/qué desea
- Calendario o agenda → cuando los días están tan llenos y necesitas un recordatorio para cada momento del día (para no olvidar un aniversario, una reunión u otro evento importante)
- Otras aplicaciones → con la aplicación adecuada, el teléfono acaba desempeñando las funciones más complejas: puede ser un entrenador deportivo (para ayudarle a hacer deporte y seguir mejor su régimen), para gestionar mejor sus finanzas y poder ahorrar, jugar y relajarse, para ver tus películas y series favoritas, despertarte a tiempo, meditar, etc.
Así es como el teléfono logró reunir múltiples dispositivos (con diferentes funciones) en un solo lugar: despertador, televisión, cámara, videocámara. Además, también se ha convertido en un lugar virtual para socializar y encontrarse con amigos. Aún no sabemos cómo evolucionará la tecnología, pero estamos seguros de que los nuevos modelos de teléfonos nos traerán aún más beneficios. Queda por ver qué formas adoptarán.